viernes, 28 de diciembre de 2012

Crítica: "Los Miserables"

¡Feliz Navidad a todos!

   Creo que no existe mejor manera de comenzar la etapa de publicaciones navideñas en mi blog que escribiendo la crítica de "Los Miserables". ¡Allá vamos!

   Después del visionado de esta desmesurada película que llevaba tanto tiempo esperando (mucho antes de que se dieran los primeros indicios de que alguien tenía la humilde intención de atreverse con una adaptación), os puedo asegurar que estamos ante una de las mejores producciones cinematográficas del año que, sin duda alguna, verá recompensado su mérito en la próxima edición de los Premios de la Academia. 

  Por si alguien aún anda un poco despistado con el argumento, aquí podéis leer la sinopsis oficial:

El expresidiario Jean Valjean (Hugh Jackman) es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe). Cuando Valjean accede a cuidar a Cosette, la pequeña hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre. Adaptación cinematográfica del famoso musical 'Les miserables', a su vez basado en la novela homónima de Victor Hugo, y completamente cantada.



   Para poneos un poco en situación, las primeras críticas del filme han resultado exageradamente dispares. También es cierto que la mayoría aciertan en varios puntos compartidos, como la notable escasa experiencia en la industria del director, Tom Hooper, que ya se hizo con un temprano Oscar por  "El discurso del rey". Pero al margen de esa cuestión, que ya trataré más adelante, yo llegué a la tajante conclusión de que cuando una película recibe puntuaciones tan disparatadas como opuestas, uno no puede dejarse llevar por las opiniones de los "entendidos". Sencillamente, porque es en estas ocasiones cuando la expresión "para gustos los colores" cobra el sentido más explícito y (demasiado) evidente. Y esto es así.

martes, 11 de diciembre de 2012

Clips de "Les Misérables"


    No es una novedad reciente, pero tratándose de mí, esta entrada no podía faltar en mi blog.
    Si no lo habéis adivinado todavía, la música es mi segunda favoritísima afición después del cine. ¿Y que pasa si me juntas cine + música? Pues que aquí tenéis a una apasionada de los musicales.

   "Les Misérables" es uno de mis preferidos. He tenido la suerte de disfrutar de la representación en un teatro, me sé todas sus canciones (versiones inglesa y española) de memoria y, por supuesto, también soy fan de la obra de Victor Hugo en la que se basa. No soy tan ociosa como parezco, os lo juro, (la prueba tangible es que si lo fuera actualizaría más este espacio) estas cosas se adhieren a mí casi instantáneamente y no me sueltan nunca... Yo me entiendo. 

  Llevaba AÑOS rezando por una adaptación cinematográfica de este musical. Por fin, Hollywood escuchó mis plegarias (vamos a olvidar aquella película de Liam Neeson que adaptaba directamente la novela) y Tom Hooper ha decidido cumplir mi deseo en forma de regalo navideño. Sorpresa tras sorpresa, confirmación tras confirmación, 'Los Miserables' se ha completado con unas características y un reparto brillante. Hugh Jackman encarna al atormentado Jean Valjean y Russel Crowe a su antagonista, el inspector Javert. La elección de Jackman me dejó encantada, pues antes de ponerse en la piel de Lobezno trabajaba en Broadway (es más, hasta ganó su respectivo Oscar musical, el Tony por su papel en "The Boy from Oz"), pero no sabía muy bien cómo encajar a Crowe en todo esto... Menos aún después de descubrir que las canciones serían interpretadas en estricto directo. Es decir, el elenco ha tenido que enfrentarse a las piezas de Schönberg con su voz en vivo y prácticamente al desnudo (la postproducción tiene sus límites...).


   Pues bien, para los escépticos como yo, ya podemos echar un primer vistazo a algunas previews que nos permiten juzgar la desenvoltura de los actores en el ámbito musical.
   Anne Hathaway, que interpreta el corto pero difícil papel de Fatine, ya nos demostró en el trailer que todo este asunto iba muy en serio. Con esos breves dos minutos que dura el adelanto, ya fue capaz de sobrecogerme con su voz. Jackman no defrauda, pero está claro que todavía no nos quieren enseñar todo su potencial. Para mi alivio, ¡Russel Crowe no decepciona mucho!, a pesar de representar a un personaje que debe estremecer con su potencia vocal, confío en la buena materia prima que se escucha en el clip.

  Por otro lado, los jóvenes Amanda Seyfried, Eddie Redmayne y la desconocida Samantha Barks, deslumbran con su gran talento. Lo de Seyfried no era nuevo, pues ya disfrutamos de su angelical voz en "Mamma mia!", pero Redmayne parece que estará a la altura de la producción. Con Samantha Barks, que desempeña el papel de Eponine, han preferido desvelarnos una pequeña parte de uno de los grandes (y elevado a nivel vocal) temas del musical, "On my own", para enseñarnos lo que es capaz de conseguir esta novata.
(Aviso, si no podéis ver los vídeos incrustrados, en la página de Youtube se ven perfectamente).





   Por mi parte, solo puedo decir que me he quedado con las ganas de escuchar algún fragmento del dueto de Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter (pero van a estar grandiosos, está clarísimo) y que... ¡no puedo esperar al lanzamiento de la banda sonora de la película! (y su estreno en cines, ni os cuento). 

martes, 4 de diciembre de 2012

Crítica: "La vida de Pi"

Me ahorraré las excusas y los párrafos de presentación. Tan solo os advierto que estoy de vuelta y probablemente para quedarme.

    Hoy, con un poco de retraso, os traigo mi crítica de "La vida de Pi", la última e imaginativa película de Ang Lee. Seguramente notéis cierta estima en mis palabras y como sabéis que no soy muy fan de la imparcialidad, os confieso desde el principio que el cineasta taiwanés tiene ganado todo mi respeto y fascinación. A excepción de su ópera prima y algunos filmes que la precedieron, no me he perdido ni un solo título del resto de su filmografía, hasta me atrevo a decir que algunas de sus obras están incluidas en mi exigente lista de favoritas. 
   Dicho esto, queda argumentada mi familiaridad con los habituales recursos y temas cinematográficos de este director. Precisamente, el tema principal de "La vida de Pi" continúa ese riguroso leitmotiv que ha empleado Lee en todas sus películas: personajes reprimidos, apresados (sean cuales sean las circunstancias, pero generalmente en el ámbito moral), que inician un viaje en búsqueda de su libertad. El mayor conflicto, además de los numerosos obstáculos que dificultan sus periplos, es que ni ellos mismos son capaces de averiguar en un principio la naturaleza de esa libertad de la que tanto están necesitados, que generalmente se revela como una realidad completamente inesperada para esos personajes

   En "La vida de Pi" se escoge ese mismo punto de partida, pero luego se abarca con una trascendencia y un misticismo abrumadores. Tiene su lógica, ya que si en las otras cintas de Ang Lee el vehículo para alcanzar la liberación era el amor o el deseo ('Brokeback mountain", "Sentido y sensibilidad", "Tigre y dragón"), esta vez el protagonista lo logrará mediante una fe ciega. No hablo de amor a Dios, porque realmente las inquietudes del personaje se alejan bastante de la devoción o el agradecimiento, pues su único deseo es encontrar respuestas, saciar su voraz curiosidad.

He aquí la sinopsis oficial: 
"En “La vida de Pi” conoceremos a Pi Patel, un muchacho cuyo padre es el dueño del zoológico de la ciudad de la India en la que viven. Su familia decide marcharse a Canadá, pero una tormenta hace naufragar el barco en el que viajan. Pi consigue salvarse gracias a una barcaza en la que también hay otro “pasajero”, un tigre de Bengala al que el joven intentará domar para poder sobrevivir."

lunes, 30 de julio de 2012

Análisis de "I, Pet Goat II"


¿Os ha enganchado “I, Pet Goat II”? ¿Os faltan detalles por deducir? Entonces no os vayáis muy lejos, porque he elaborado mi propio análisis del vídeo (para el que he investigado un poco) con el fin de intentar resolver todas las incógnitas. O, como poco, ayudaos a comprender mejor la genial locura que acabáis de ver.

Como os comenté previamente, la magia de “I, Pet Goat II” habita en su simbolismo, en sus iconos y mensajes ocultos. Es como un puzzle en movimiento, un rompecabezas del que con seguridad cada uno extraerá su propia e identificativa interpretación. Aquí os traigo la mía, bastante imparcial y muy poco catastrofista. Paciencia, es bastante extensa.

Antes de nada quiero deciros que este vídeo ha sido numerosas veces eliminado de Youtube por los administradores y no creo que sea por su contenido sexual ni violento…  Es el poder de Drako. Si leéis esto, lo comprenderéis.

“I, Pet Goat II” (“Yo, la cabra mascota II) se inicia precisamente con la aparición de dicho animal. Una cabra asoma la cabeza desde su caja, en la que está encerrada. Ese instrumento de opresión está reforzado en el exterior con una alambrada (tan semejante a las cárceles de máxima seguridad…) que no parece tampoco muy amistosa. Un foco ilumina la presencia del pobre animal (que no parece ni mucho menos amenazador), señalando al protagonista indiscutible de la película: la cabra (Pet Goat). Por muy descabellado que suene, señoras y señores, esa cabra somos cada uno de nosotros.
En la caja de madera, bajo el animal, se puede apreciar el dibujo de un guardia de seguridad sujetando a un perro en actitud ofensiva. Otro elemento de represión. Además la cabra está señalizada, como cualquier pieza de ganado, solo que en esta ocasión es un código de barras con los números “666” lo que tiñe su piel. La marca es tan solo un símbolo de control  sobre nosotros y el 666 no hace referencia necesariamente a nada satánico, sino al mal en sí. La cabra, es decir, la humanidad, está oprimida, encarcelada y controlada, en favor de ciertas maldades.


"I, Pet Goat II": la animación que desconcertó a Internet


¡Hola a todos! ¿Qué hay?
Reanudo el blog momentáneamente para traeros un curioso contenido audiovisual que quiero compartir. Se trata de una animación que hace unos días llegó a la pantalla de mi ordenador y que tras su visionado acaparó mi atención durante el resto de la tarde.

Primero, quiero compartir con vosotros una anécdota. Un día, no importa ni cómo ni por qué, acabé discutiendo con una supuesta licenciada en Bellas Artes (en todo lo relacionado con lo audiovisual) sobre un vídeo que compartí con ella. El vídeo tenía un desarrollo narrativo muy peculiar y poseía una fuerza simbólica y metafórica aplastante, por lo que una sola vista era insuficiente para acabar de captar su mensaje. No obstante, la chica no se molestó en volver a reproducirlo y lanzó una crítica feroz e insustancial contra algo que ella nunca terminó de comprender. Solo vio una sucesión de imágenes “bonitas” (según sus palabras), pero vacías. No le gustó. Su justificación fue la siguiente: “Este vídeo es incomprensible… Y la finalidad del arte es que se entienda”, palabras textuales.  Esa afirmación acabó con mi esperanza en la humanidad, de veras. Me explico que una persona que no ha acudido a un museo en su vida, que no ha visto una obra de arte, ni ha ido al cine nunca, se atreva a soltar una burrada de tales magnitudes. Pero… ¿una estudiante de Bellas Artes? Qué digo, ¡licenciada! Así va el país. O el mundo, yo que sé. 
Según la regla de tres que me sugirió esta chica, ni Dalí, ni Picasso, ni Goya, ni muchísimos otros artistas (Buñuel, Warhol… me puedo pasar el día así) pueden considerarse como tal, ya que muchas de sus obras ofrecen miles de interpretaciones diferentes y otras son casi imposibles de entender. El arte no va de comprender, es sobre los sentimientos y las emociones, y eso debería tenerlo en cuenta hasta un niño de prescolar (y seguro que muchos lo saben).  Esta introducción viene a cuento con lo que os voy a poner, porque quiero que intentéis ser un poco más receptivos y recordéis que no todo en este mundo tiene que atravesar el tamiz de la lógica.

El cortometraje llamado “I, Pet Goat II” (traducción rápida: “Yo, cabra mascota”) es una interesante producción realizada por Heliofant, estudio de animación independiente que, según su página web oficial, tienen el objetivo de crear productos experimentales e innovadores explorando las bases mundiales de la filosofía y la espiritualidad (en lo lírico, en cuanto a argumento).
Estos datos son importantes, dado que la desinformación puede llevar a malinterpretar el vídeo, tal y como ya han hecho bastantes analistas. Siempre es necesario conocer las intenciones del creador para acercarse apropiadamente a su universo ficticio.

Antes de que os adentréis en la ligera paranoia visual del corto, os quiero advertir de sus principales características, por las que yo me he sentido tan atraídas. Es un vídeo raro. Pero raro, raro, de verdad. A simple vista, puede resultar una sucesión de imágenes oníricas y desconcertantes que no os gustarán. Sin embargo, lo llamativo reside en el simbolismo y la representatividad de todas sus figuras.
“I, Pet Goat II” rebosa simbología entre sus cuatro paredes. La historia, la trama se esconde tras su particular lenguaje narrativo. En cuanto a los lazos argumentales… Puedo adelantaros que no se refieren a nada satánico, conspirativo (estoy harta de la gente que relaciona todo con los Illuminati), ni tan apocalíptico como se cree. Es algo mucho más bello y positivo: el despertar de la mente humana.
Quizá suene muy esotérico o espiritual, pero después de os hayáis dejado atrapar por la animación y, sobre todo, haya accionado vuestra materia gris para que reflexionéis… No veréis el tema como algo cósmico o muy alejado de la realidad. De hecho, se enumeran diversas denuncias de algunos acontecimientos de la última década (hasta encontraréis personajes reconocibles…).

Yo a este vídeo lo veo como una dura crítica actual, respaldada por un mensaje activo y esperanzador, con el que no todo el mundo estará de acuerdo. De hecho, mi opinión al respecto todavía se está gestando.
Sin más, os dejo con “I, Pet Goat II”. No puedo pedíos que disfrutéis, pero sí que intentéis sacad el máximo partido a cada visionado (creedme, necesitaréis más de uno) para que consigáis entender el significado del vídeo en su totalidad.


lunes, 25 de junio de 2012

Diario de a bordo II: el regreso

Tanto tiempo sin cruzar esta línea... 
        Está claro que más de tres meses sin actualizar el blog merecen una explicación, en la que no me excederé más de la cuenta. Echarle la culpa a la vida universitaria y a los exámenes sería fácil, pero realmente es lo que hay. No he tenido demasiado tiempo para escribir últimamente y, si me apuras, tampoco para ir al cine. 
       ¡Pero ahora estoy de vuelta! A pesar de que, probablemente, haya perdido a la gran mayoría de mis seguidores y me toque empezar desde cero... Será divertido

      Estoy trabajando en un nuevo diseño para el blog y quizá aporte un nuevo enfoque, aunque no muy desviado de la iniciativa que ya tomé. Solo os pido paciencia, pues muchos sabréis ya que como bloguera dejo mucho que desear (pereza, inconstancia y eso). 
     De momento, os puedo adelantar que abriré nuevas secciones, aunque todas las anteriores seguirán avanzando. Dejaré un poco de lado la parte de información y trataré de ofrecer una nueva perspectiva, más humana y cercana. Los reportajes van a jugar un papel importante en esta ocasión, ya que considero que la investigación es la manera más acertada de que poco a poco vaya amueblando mi cabeza como si fuera una sala de cine. Mis críticas seguirán la línea inicial, no voy a cambiar mi estilo

     Como diría Forrest Gump, "y esto es todo lo que tengo que decir al respecto". 
     Seriously, espero que no os aburra mucho y al menos os parezca interesante el material que trabaje a partir de esta nueva apertura. 

¡Un gran saludo a todos! 
¡Feliz verano! 

viernes, 30 de marzo de 2012

"The crow, the owl and the dove"

He tenido una semana tan ajetreada que me había olvidado por completo de actualizar mi Diario.
Sin embargo, hoy me alejo un poquito de la típica información que os suelo ofrecer para traeros un proyecto personal que necesito que veáis. Es un videoclip (grabado y editado por mí) que he presentado a un concurso de Nuclear Blast.
     Por supuesto, no se trata de un trabajo profesional (aún no dispongo de medios a mi alcance como para permitirme un resultado más pretencioso...) y es totalmente sin ánimo de lucro. Tan solo aspira a intentar alcanzar el podio, pero he de confesar que los puestos están muy reñidos. Hay otros concursantes de igual o mayor calidad al mío, en cuanto a storyline y en cuanto a montaje/edición/aspectos técnicos.
Pero como una lo último que pierde siempre es la esperanza y la ilusión, os adjunto el vídeo de youtube para que podáis disfrutar del montaje final. Espero que os guste, pero no puedo pedir que os emocione.

     Las reglas del concurso dictan que el vídeo ganador será elegido por la propia banda, Nightwish, conjuntamente con la discográfica Nuclear Blast. Sin embargo, también se tendrá en cuenta el gusto del público, por lo que las visitas y los "likes" resultarán cruciales a la hora de tomar un veredicto. Los vídeos ganadores serán subidos a la cuenta oficial del grupo y además, sus creadores, tendrán la oportunidad de conocer a los integrantes de la famosa agrupación finlandesa de metal sinfónico.
Reconozco, abriéndome un poco a vosotros, que obtener ese premio para mí sería cumplir uno de mis grandes sueños, pues soy fan de su música desde que era una criaturilla adolescente. No tengo muchas expectativas de victoria, pero eso no quita que me anime la idea de que unos de mis grandes ídolos puedan visionar mi videoclip (aunque tampoco sea, realmente, una opción muy probable).

Aquí os dejo el vídeo y el enlace (se disfruta mejor en pantalla grande). Espero que perdonéis mi humilde spam.



¡Un gran abrazo!

jueves, 22 de marzo de 2012

Mis escenas favoritas: De Niro también baila al son del cancán

Me metí de lleno en el tema con la anterior entrada de esta sección, así que voy a aprovechar la línea y a poneros otra divertida escena del estilo. No quiero hablar mucho sobre ella, porque de nuevo, las imágenes hablan por sí solas y prefiero que permanezca su pureza en el mayor grado posible. La sorpresa es mejor cuando es mayor.
  Os la introduzco un poco hablando sobre la película en cuestión a la que pertenece la curiosa secuencia, "Stardust", una cinta que mezcla fantasía, aventura, entretenimiento, comicidad y un pequeño toque de romance
  El reparto hace las delicias del todavía un poco nuevo director Matthew Vaughn (Snatch, cerdos y diamantes; Kick-ass; X-Men: Primera generación), trabajando hombro con hombro con actores de tanto renombre  como Michelle Pfeiffer, Claire Danes, Ian McKellen, Peter O'Toole, Mark Strong e incluso el sinvergüenza de Ricky Gervais. Pero si hay que señalar una actuación estrella, aunque este hombre casi en cualquier película se merece ver escrito su nombre en en mayúsculas y subtrayado, es la del brillante Robert De Niro. En esta ocasión da vida al capitán Shakespeare (la originalidad del nombre tiene su historia), un temido y cruel pirata, que surca los cielos junto a su sanguinaria tripulación. Su reputación le precede y el último deseo de cualquier mortal sería toparse con él. Sin embargo, los protagonistas sufren la terrible fortuna de acabar atrapados en su barco.


   Poco a poco el capitán se abre emocionalmente a nuestros héroes y descubrimos sus inquietudes, sus miedos  y también sus gustos... Pero el postre es servido directamente al espectador, con esta sabroso momento en el que podemos descubrir una nueva faceta del actor que se aleja bastante de su habitual imagen de oscuro, violento y amenazador (si me apuras, no hay un solo hombre en este mundo que no se haya sentido aterrorizado por la idea de encontrarse con un suegro tan preocupante como De Niro en la saga de "Los padres de ella").
  Sin más demora, aquí os dejo el vídeo:



    Para mí, lo mejor es la cara de Mark Strong cuando se encuentra de lleno con tal panorama.
    Bueno, ahí tenéis la moraleja, no os dejéis llevar por la reputación de las personas y vivid siendo siempre fieles a vosotros mismos. Citando al propio capitán, "la reputación de un hombre se construye durante años y puede destruirse en un segundo".


lunes, 19 de marzo de 2012

Mis escenas favoritas: Dulce travestismo

Hoy os traigo una escena musical muy especial e insólita. "The Rocky Horror Picture Show" no es un film que el espectador común tenga en su listado de películas vistas o pendientes de ver. Sin embargo, contra todo pronóstico y cifras de recaudación, los años la convirtieron en una película de culto que hasta hoy día se continúa proyectando de manera esporádica en algunas salas.
   Para cualquiera que se atreva a verla, aviso que su delirante y lunática trama, así como los carismáticos y volubles personajes, no dejan a nadie indiferente. 
   En concreto, el personaje que se hace completamente con la película, desde su primera aparición hasta su melodramático final, es el doctor Frank-N-Furter. Lo que os pongo aquí hoy no es otra cosa que su tarjeta de presentación.
   Para meteros un poco en situación, un hombre (Barry Bostwick) y su prometida (Susan Sarandon) se pierden en el medio de la nada cuando su coche se estropea bajo una tormenta. A lo lejos, ven una mansión, a la que deciden acercarse con el fin de pedir ayuda. No obstante, jamás habrían podido imaginar lo que encontrarían en aquella extraña casa... 


   Todo el carácter enigmático y el misterio del doctor queda revelado en la siguiente secuencia, tan brillante e ingeniosa como demente y estrambótica. Os pido que la veáis antes de seguir hablando sobre ella, porque cuando se trata de imágenes así, las palabras sobran mucho:



    No la encontré subtitulada en español, una lástima, porque la letra es bastante ingeniosa. Y no os molestéis en buscarla en castellano, porque nunca daréis con ella. Esto se debe básicamente a que, evidentemente, con todo lo que se estaba cociendo en la década de los 70, no hubo ni una productora que se aventurase a estrenar esta película en nuestro país. Así que, hasta donde yo sé, no encontraréis "The Rocky Horror Picture Show" doblada en español, solo en V.O.S. (mejor).

domingo, 18 de marzo de 2012

Tim Burton se une a la moda de los vampiros en "Dark Shadows"

   Faltaría más. El director más gótico, romántico y oscuro no podía pasar esta racha sin ofrecer su propia creación sobre el mundo vampiresco. Aunque quizá esa expresión no sea la más acertada, porque el nuevo proyecto (ya en post-producción) del cineasta se basa en una serie de los sesenta emitida por la ABC. La originalidad y singularidad de Burton se une también a la moda de Hollywood de los remakes y las versiones.
Qué jovencito se ve a Depp en este fotograma
   Pero es de esperar que este director, siempre sorprendete a bien o mal, nos enseñe algo nuevo y rebosante de su estilo personal en su próxima película, "Dark Shadows".
   De momento, los primeros trailers y poster de la cinta nos dejan buen sabor de boca. Fiel a sí mismo, Tim Burton parece querer entregarnos una estética entre "Sweeney Todd" y "Big Fish" (el colorido del poster es estimulante).


  Cómo no, el actor protagonista no podría ser otro que su actor fetiche, Johnny Depp, que se pone en la piel de Barnabas Collin. Mucho estarán ya cansaditos de tanta colaboración, pero no me podéis negar que es una combinación explosiva y pocas veces decepcionante. Además, se hace patente el buen rollo que hay entre ambos y eso se nota en el exitoso resultado.
  Acompañan al camaleónico actor otras habituales, como Michelle Pfeiffer o Helena Bonham Carter.
  Para que sepáis un poco de qué va la historia, os pongo el recién estrenado trailer (en inglés, lo siento). Mientras esperamos al estreno de "Dark Shadows" (en abril lo hará en los EEUU, en España, no tengo ni idea...), solo queda desear que se pase por fin esta moda de los vampiros que tan saturados nos tiene (y aún queda pendiente de estreno la segunda parte de "Amanecer", que Dios nos pille confesados...). Unos cuantos años de descanso y respiro no estaría mal, así el género podría regresar con más fuerza y nuevas ideas. Pero, por favor, no más vampiros adolescentes hormonados por ahora.

 

Videoclips: sexo, religión y rock'n'roll

Se ha convertido ya casi en una costumbre que los artistas actuales nos sorprendan con símbolos o referencias religiosas en sus videoclips, no sin el acompañamiento de una leve polémica que suele favorecer la venta de singles y álbumes. No obstante, hace tan solo un par de décadas la primera artista que se atrevió con un contenido irreverente, sugerente y religioso, fue objeto de numerosas críticas e insultos por parte de la comunidad cristiana (que no es poca).
   Todos la conocéis. Proclamada muchas veces como la reina del pop, una joven e inmadura Madonna se atrevió a realizar un videoclip de tema y localizaciones religiosas, con una lectura muy sexual.
  ¿Queréis saber toda la historia que existe detrás de la poderosa producción de Like a prayer? ¡Primero echad un vistazo al vídeo!



   En cuanto a la realización del vídeo, Madonna asumió el liderazgo y obtuvo una clara demostración de cómo llegó a ganarse su título. Si unos pocos años atrás, en el ochenta y tres, Thriller unió el cine y la música en un perfecto género artístico, la cantante supo sacarle partido. Otros vídeos suyos anteriores a este ya se colocaron al frente de la vanguardia musical, pero con Like a prayer, primer sencillo del álbum del mismo nombre, Madonna quiso ir un paso más adelante. El vídeo posee un montaje muy delicado, con planos muy novedosos y un argumento muy osado. Y es en la historia que esconden las transgresoras imágenes dónde surgió la raíz del problema.
 
    A la Iglesia no solo le mosqueó la continua aparición de elementos religiosos en el vídeo. Porque, si os habéis parado un momento a analizarlo, nunca nadie antes se había aventurado a mostrar cruces ardiendo en  una pantalla. Incluso lo del santo negro ya era un poco fuerte para la época, lo creáis o no (estamos hablando de hace casi treinta años). Pero lo peor se ocultaba tras la ofensa visual, en el sentido del clip.

Videoclips: El primer videoclip de la historia

¡Buenos días! Hoy me he despertado muy musical, así que aprovecho para darle un empujón a esta sección (si los medicamentos me des-espesan un poco y la fiebre me da tregua).
   Hoy plantearé una cuestión por la que muchos de vosotros seguro que os habréis interesado alguna vez. 
¿Cuál fue el primer videoclip de la historia de la música? 
    Hoy día, en plena era de la información, creeréis que es una respuesta de muy fácil solución. Tan sencillo como echar la vista atrás, comparar fechas y señalar al elegido. Pero la complicación surge a raíz de preguntarnos qué podemos considerar como vídeo musical.
    Elvis, The Beatles y otros grupos de las primeras generaciones del pop y el rock ya realizaron grabaciones de la interpretación de sus temas en directo. Sin embargo, el montaje del vídeo se limitaba a mostrar a los músicos tocando desde varios ángulos y algún plano espontáneo a un público entregado. Hasta que llegó Strawberry Fields Forever:



   Durante años, este ha sido considerado como el primer videoclip de la historia. Muchos siempre han creído que lo fueron Video killed the radio star o Bohemian Rhapsody por las distintas perspectivas que ofrecían y la repercusión de los mismos. Pero no. Una vez más, el grupo británico más importante del pop, fueron los oficiales fundadores de lo que hoy entendemos como vídeo musical.
   El clip, muy confuso y verde en la composición, el montaje y el estilo, jugaba con diferentes imágenes, colores y efectos tan desconcertantes como bizarros. Los fans de Coldplay sufriréis muchas reminiscencias si os atrevéis con el extraño vídeo (la banda liderada por Chris Martin demuestra una vez más que van un poco faltos de originalidad, pero no de buenísimas influencias).

martes, 13 de marzo de 2012

Crítica: "John Carter"


Antes de comenzar el blog, en una declaración de principios personal en cuanto a este espacio, prometí ser lo más sincera y cercana posible. Aunque a veces me pase con los tecnicismos o las cuestiones artísticas, un amigo mío me confesó hace unos días que gracias a eso (que yo consideraba un defecto de cara a la aceptación y el entendimiento de los lectores) estaba aprendiendo un montón sobre cine. Espero que muchos de vosotros compartáis esa opinión y a los que no, lo siento, pero a raíz de esa conversación me parece una maravillosa iniciativa continuar con mi personal modo de redacción.

     Sin embargo, los lectores debéis saber que en una crítica (literaria, de cine, de música, de cualquier cosa) nunca se va a tratar una cuestión que se pueda valorar desde la imparcialidad. Somos personas, y por mucho que os intenten vender la moto, nuestras opiniones y gustos siempre influirán sobre nuestro supuesto criterio objetivo. Cierto es que siempre tratamos de empatizar, de observar los productos desde fuera de nosotros mismos… Pero lo veis todos los días: en la televisión, en la radio, en lo periódicos, hasta en los informativos… No existe la objetividad perfecta en la comunicación.
   Hasta nuestro estado físico contribuye a la dirección de la perspectiva de una crítica. Por eso, hacednos y haceros un favor a vosotros mismos, tomándoos nuestras valoraciones como una mera opinión (desde un punto de vista, quizá, más completo y entendido)  sobre el arte. Probad, experimentad, comprobad. El arte está vivo y juega con nuestras perspectivas y emociones personales. No os fieis nunca al cien por cien de una crítica cinematográfica y si tenéis interés especial sobre una producción en particular, no os echéis para atrás por un par de calificativos negativos que leáis.

   Os animo a que vayáis al cine. O ya, ni eso, a que veáis cine, por vosotros mismos (sea como sea, no entraré en cuestiones de legalidad o derechos). Nuestras palabras son tan solo unas guías para ayudaros a entender, a disfrutar o a visionar con mayor integridad una película. En mi caso, además, suelen ser una motivación para invitaros a visitar las salas, por eso suelo ser tan positiva y bondadosa en mis calificaciones finales.
   Esto no significa que no podáis fiaros de vuestro instinto o del “boca a boca”, siempre que estéis bien informados. “The Artist”, galardonada con cinco Oscars, se ganó también a la crítica desde el primer segundo de metraje proyectado. Aun así, muchísima más gente de la que creéis (e incomprensiblemente) salió más que decepcionada de sus respectivos cines, hasta el punto de reclamar su dinero. Como dictamina el saber popular: para gustos los colores.
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   Después de esa parrafada humilde, pesada y honesta, comienzo la crítica de la nueva película de la Disney: “John Carter of Mars”. Os pongo en situación y confieso a qué narices venía todo lo dicho: durante la proyección de la película me dormí. Esto no significa que “John Carter” sea la cinta más soporífera de la década. Mi pequeña cabezada esporádica fue tan solo una desafortunada consecuencia del increíble cansancio que padecía esa noche, que no me permitió disfrutar en su totalidad de los seis euros que pagué.
   Así que antes de leer mi opinión, tened en cuenta que a lo mejor gran parte de mi valoración queda ensuciada por el hecho de que no estaba yo en muy buenas condiciones de pasar aquel viernes-noche encerrada en una sala de cine penumbrosa.


   Ya os hablé hace unas semanas sobre estaproducción que ha surgido de la enésima unión del ratoncito y la lamparita. Entonces os hablé sobre la sinopsis de la misma, si mal no creo recordar. Así que en vez de repetirme, que ya lo hago bastante, hoy os diré quien es el responsable de esta criatura que fue dada a luz en nuestro país la semana pasada.
   “John Carter”, como la han bautizado nuestros compatriotas, o “John Carter of Mars” (título original de la cinta) está basada en una de las obras del magnánimo Edgar Rice Burroughs, que a muchos os debería sonar por ser el creador del personaje de Tarzán. En esta ocasión, los hollywoodenses han adaptado, si no me equivoco, “A princess of Mars” (“Una princesa de Marte”), en la que el escritor elaboró toda una cultura y fauna marciana de la que luego beberían casi todas las obras de ciencia ficción (“Star Wars” es una de ellas).
   En cuanto a la adaptación, me fío del criterio de mi padre (que ha leído la novela), que dice que no está nada mal.
   De la dirección de la misma se ha ocupado Andrew Stanton, aquel ser al que deberíais adorar por llevar al celuloide fabulosas perlas de la compañía como son “Buscando a Nemo” o “Wall-E”. Esta vez se atrevió con su primer film de animación parcialmente real, pero con evidentes guiños Pixar.
   Para el tratamiento del CGI y la animación digital no puedo encontrar otra descripción más certera y breve: impresionante. Se disfruta mucho del 3D, al contrario de lo que otras veces ha podido llegar a ocurrir con algunas producciones recientes, y los afortunados que la visionen en IMAX van ha flipar en colores. Toda esa millonada invertida en los aspectos visuales está más que justificada tras pasar por la sala. Disney debería enorgullecerse de ser el primero que nos transporta a Marte, porque verdaderamente el espectador se integra al completo en la película.


   Los tharks son los seres verdes más simpáticos y carismáticos que he visto nunca en la ciencia ficción. El mérito probablemente sea de Burroughs, pero como no lo sé, yo se lo agradezco a Disney, ya un experto en crear nuevas y criaturas y seres para el recuerdo, por su carácter, sus costumbres, su aspecto físico y demás.
  Todo bien hasta ahora, pero nos adentramos en el escarpado terreno del guion y el montaje…
    Sobre el guion, yo tengo muy claro qué es lo que falla. En sí, la historia es entretenida, divertida en ocasiones (tiene sus puntos de humor muy bien calculados), romántica y muy disfrutable. ¿Qué ocurre? Que estamos ante la voz del eco de tantas obras cinematográficas que estamos hasta hartos de ver… Y eso priva a “John Carter” de una personalidad propia. Otras cintas anteriores, que poseen múltiples referencias o han estado inspiradas en esta novela de Burroughs, le han robado la esencia, y nos dejan frente a una película muy visual con un trasfondo tan repetido y obvio que… se hace insulsa. Lo único que me sorprendió, dejando aparte el primer contacto con el extraordinario mundo de Barsoom, fue el final, pero a cualquier podría resultarle predecible (a mí no, ya os digo).
    La historia de amor entre John Carter y la princesa Dejah Thoris, aunque se entrevea desde la primera mirada que cruzan, resulta muy precipitada. A la primera de cambio ya se están besando y aunque ambos actores son muy atractivos, al público estoy segura de que se le hace increíble tanta y tan temprana pasión.


   A los “malos de la historia” les falta profundidad y desarrollo. No sabemos en ningún momento y con exactitud qué les mueve a hacer lo que hacen, ni siquiera inclus cuando tratan de explicarlo. Y tanta cuestión política a veces se hace algo confusa, culpa del montaje. Un montaje, os adelanto, denso, con un desarrollo lento a excepción algunos momentos muy brillantes, repletos de épica.
   Taylor Kitsch interpreta a un John Carter algo plano, emocionalmente. Además, en cuanto llega a Barsoom pierde muchísima carisma, pero hay que reconocer que su presencia nunca se ve del todo eclipsada por ningún otro personaje. Es el máximo protagonista y siempre se hace notar con una fuerza atractiva muy importante. Lynn Collins, la princesita de Marte Dejah Thoris, está maravillosa. Un poco niñata inmadura y caprichosa al principio, pero precisamente estos defectos la convierten un personaje muy creíble (¡basta ya de héroes perfectos y desinteresados!). Además, es guapísima. 

    Willem Dafoe pone voz y movimiento al jefe de los tharks, Tars Tarkas. Él único personaje que puede presumir de liderazgo y poderío. Del resto, solo puedo destacar a Mark Strong, que siempre hace de malo y me tiene muy harta. Es impresionante siempre, un grandioso actor, pero ¡qué nos deleite ya con una interpretación un poco alejada de su registro habitual…! Algunos queremos verle brillar.


   Gran parte del elemento épico lo aporta la banda sonora, que en tantos momentos me recordó a Hans Zimmer, aunque su auténtico autor es Michael Giacchino (de cuya música yo me enamoré cuando trabajaba en la serie Lost).
En resumen, recomiendo esta película a cualquiera que disfrute con la buena ciencia ficción. Pero tened todos en cuenta que se trata de una cinta muy superficial, aunque épica a momentos.  Eso sí, yo la considero perfectamente entretenida y disfrutable.

     Como una última curiosidad, quiero señalar que la producción de esta película lleva en mente en la Disney desde los años 30 del siglo pasado. Si se hubiera realizado entonces, puede que hubiese ganado muchísimos puntos a su favor… Pero esto es lo que tenemos, y para qué mentir, no está nada mal.


CALIFICACIÓN: 6

Mis escenas favoritas: Oh capitán!

¿Quién no ha visto alguna vez "El club de los poetas muertos" y ha deseado (o habría deseado) tener un profesor tan peculiar y carismático como John Keating (Robin Williams)?
   Hoy os pongo esta escena por una razón muy particular: yo SÍ que tengo un profesor de literatura así. O, al menos, muy similar (porque espero que durante el curso no se dé ningún caso de suicidio entre mis compañeros; perdón por el spoiler). Y esta entrada va dedicada a él, ya que @J2V_C2 me recordó esta mañana lo genialoso que es poder disfrutar de unas clases tan locas, divertidas, profundas y simpáticas. La Odisea nunca me pareció tan entretenida.


   Sé que hay muchos compañeros que se amuerman en sus horas, pero a mí me parece una oportunidad maravillosa que una persona tan completa comparta con nosotros todos sus conocimientos y valores, y además con tanta autenticidad y entrega.
   Da gusto comprobar que aún existen profesores (DE UNIVERSIDAD, porque mira que hay algunos a estas alturas que... vamos, un crimen para la enseñanza) que todavía sienten pasión por formar a los estudiantes de cara a su futuro, tanto en lo personal como en lo académico, siempre con tanta profesionalidad y cercanía a la par.
   Venga, un aplauso por el legítimo valor de la enseñanza y la educación. 



  Próximamente añadiré más secuencias de esta película, porque en lo que a mí respecta me resulta una de las cintas más emotivas, ilustradoras y estimulantes sobre la educación, la adolescencia, el romanticismo y el precio de la vida.

lunes, 12 de marzo de 2012

Videoclips: 'Cause this is thriller!

¡Buenos días a todos!
    Hoy tengo el placer de presentaros una nueva sección que tenía muchísimas ganas de empezar. Hasta ahora no he tenido tiempo de ponerme a elaborar esta primera entrada en condiciones, ¡pero aquí está!
   Este especial interés que me mueve a escribir se debe a que, al fin, podré hablar sobre la fusión de mis dos grandes pasiones: el cine y la música. A modo de presentación, os comento que hablaré sobre videoclips (los más importantes, míticos, los más sorprendentes e innovadores...), bandas sonoras, títulos de crédito iniciales y musicales, canciones incluidas en algunos filmes (de género no musical)... 
   Espero que os guste y os resulte interesante. Yo, por mi parte, voy a poner mucha ilusión y empeño e intentar conseguirlo. 

  Como se merece un buen comienzo, el debut de esta sección debía ir dedicado, por supuesto, a uno de los grandes. Y si hay alguien que merezca sobresalir en cuanto a la unión de estos dos artes, por primicia, creatividad y originalidad, es el rey del pop: Michael Jackson
   Ese título no se lo ganó a la ligera y entre los muchos logros que le hicieron alzarse hasta lo más alto y hacerse con la corona, se encuentra la producción, pionera en el género, del vídeo musical para su canción "Thriller".


  Hace unas semanas, en clase, un profesor nos habló precisamente de lo significativo que resultó este suceso para el mundo audiovisual. Michael y su atrevida idea de realizar un vídeo con un fondo argumental (inspirado en la obra de John Landis, los hombres lobo y los zombies) y un sentido cinematográfico, cambiarían la dirección y perspectiva de la música y el espectáculo
   Porque, es cierto, él no creó el primer videoclip (los Beatles o Queen podrían otorgarse la autoría de su fundación ), pero él sí que imaginó y proyectó la idea moderna de lo que nosotros, hoy día, entendemos por vídeo musical.


   Hasta entonces, ningún vídeo que acompañase un tema musical había durado más de siete u ocho minutos. Sin embargo, si Jackson quería hilar adecuadamente un pequeño cortometraje con argumento, su duración debía extenderse hasta los quince minutos aproximadamente, lo que no entusiasmó demasiado a los productores. "Thriller" se trataba de un proyecto muy costoso (equivaldría a casi un millón y medio de dólares en la actualidad) y arriesgado, y nadie se aventuraba a apostar por una gloria asegurada con tan poco margen de beneficios (ya que el vídeo mantuvo el récord de mayor coste de producción, hasta que el propio cantante se pisó la conquista). 
   Pero Michael, con su carácter siempre perfeccionista y la experiencia del éxito de John Landis (director de "Un hombre lobo americano en Londres"), consiguieron borrar esas lagunas que entorpecían el proyecto y finalmente filmaron un auténtico thriller en casi una hora de material que apoyaría a la pieza musical. 


   Cabe destacar que, en la labor de realización y diseño del clip, el rey del pop nunca se subordinó a las órdenes de nadie. Él, junto al director oficial del vídeo, Landis, imponía sus propias decisiones creativas sobre el equipo. Su entrega era máxima, hasta el punto de que no utilizó ningún doble y tuvo que someterse a más de cinco horas de maquillaje diarias para la grabación. La legendaria y trascendente coreografía también fue una obra completamente suya. 



   La dificultad inventiva y técnica del corto es tan excepcional como insuperable. Las escenas de la calle fueron rodadas en exteriores de un barrio de Los Ángeles, así que poned especial atención a la fabulosa iluminación, los efectos especiales... 
   Además, todos los elementos están integrados a las perfección. Aunque el pequeño argumento que apoya las secuencias no tenga una dificultad o profundidad envidiable, en esos entonces irradiaba una frescura, inquietud y misterio sin parangón. 

 La colaboración de Vincent Price (taaan glorificado constantemente por el cineasta Tim Burton e icono del cine de terror), que aportó su voz en off a la narración y la carcajada del final, fue otro elemento estrella.

Vincent Price

  Asimismo, el rey fue coronado y se convirtió en el ídolo que aún continúa siendo tras su fallecimiento. El vídeo no solo cambió la historia musical y cinematográfica, sino que ha repercutido en ella una y otra vez desde su lanzamiento hasta nuestros días. Son tantas las versiones, los guiños, las parodias... que quizá algún día dedique una entrada entera a su recopilación. De momento, como no dispongo de tanto tiempo libre, os pongo el fabuloso videoclip, al que le debemos también la inspiración de tantas maravillas posteriores, para que disfrutéis del genio de Michael Jackson en todo su esplendor creativo

sábado, 10 de marzo de 2012

Mis escenas favoritas: Como desees...

Otra perlita de "La princesa prometida".
No he podido resistirme a añadir esta maravillosa escena después de la de Iñigo Montoya. Si en la anterior el sentimiento predominante era el amor fraternal y el odio, en esta lo es el amor puro y verdadero.
    Solo el cine podría idear momentos tan románticos y auténticos como este. Buttercup, quien disfruta aprovechándose de la amabilidad del joven Westley, se percata de que, escondido tras ese afán tan servicial, se encuentra una lealtad que emana de lo más profundo del corazón. "Como desees" significa "te quiero".



    Estas dos palabras (tres en inglés) tendrán una gran relevancia durante el resto del metraje, e incluso serán las responsables de un tierno momento entre el abuelo y su nieto al final.




Mis escenas favoritas: Hola, me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre...

Iñigo Montoya, interpretado por Mandy Patinkin
"¡Prepárate a morir!"
      Venga, en serio, si hay alguien que no conozca esta escena o que no haya oído nunca estas palabras... Por favor, que se manifieste, porque tiene delito.
      Quizá en estos días "La princesa prometida" no se vea tanto por la televisión como antaño. Puede que haya envejecido un poco regular. A lo mejor hay gente que, hoy día, nunca la ha visto. Pero todo aquel que tenga un poco de idea sobre la historia del cinematógrafo, debe reconocer que esta cinta de los ochenta es la precursora de muchísimas películas de aventuras posteriores. El apuesto bandido, un romance eterno y leal, villanos memorables y secundarios entrañables, espadachines, piratas, monstruos... "The princess bride" reunió en color todos estos elementos y, aunque en su momento la recaudación en taquilla fue más bien un fracaso, el tiempo la ha convertido en una película de culto.
    Como tal, nos regala un puñado de secuencias para la memoria. Ahora, la que os pongo en cuestión está protagonizada por el espadachín español (y alcohólico) Iñigo Montoya. La legendaria venganza que se jura a sí mismo llevar a cabo cuando el hombre de seis dedos acaba con su padre, alcanza su apogeo en el desenlace del filme. Pero Iñigo ya tenía calculado, desde mucho tiempo atrás, cuáles serían las precisas palabras con las que desafiaría al asesino de los seis dedos...

   Es una lástima, pero no encuentro ni un puñetero vídeo en youtube que me permita la inserción directa en la página, así que os tendré que pegar el enlace sin más y confiar en que la curiosidad interprete adecuadamente su papel...
http://www.youtube.com/watch?v=tH1c-1eOMgg

    Al menos aquí podéis oírle decir la mítica frase en otras circunstancias, mientras le cuenta su vida a Westley antes de su emocionante duelo de espadas.



    Bueno, si hay alguien que se ha quedado con el culo torcido después de leer lo de "película de culto", ¡fijaos! ¡Hasta el humorista Goyo Giménez suele llevar una camiseta de la peli homenajeando a Iñigo Montoya! :P

   ¡Pasad un buen fin de semana!


jueves, 8 de marzo de 2012

Crítica: "La invención de Hugo"


“Vengan, sueñen conmigo” 
Vayamos, soñemos con Scorsese.

En esta ocasión voy a cambiar un poco el esquema de la crítica y voy a obviar cualquier sinopsis o algún resumen del argumento. ¿Por qué? Porque esta película, entre otras muchas cualidades de las que hace gala, tiene una gran capacidad para sorprender al espectador minuto tras minuto. Recomendaría el visionado de la propia sin una investigación previa de la trama. Id sin miedo y experimentad lo que nos propone el gran maestro Scorsese, porque además ninguno de los argumentos que circulan por la red incluye la esencia fundamental del filme.
       De este modo, voy a comenzar inmediatamente a comentar mi opinión de esta espléndida obra del séptimo arte con una breve reseña del cineasta responsable de ella.

      Martin Scorsese es un nombre que nadie desconoce o ignora en la industria cinematográfica, y esto no es por capricho. Suyas son obras maestras tan eternas “El cabo del miedo”, “Toro salvaje”, “Uno de los nuestros” o “Casino”. Su buena relación con De Niro y sus múltiples colaboraciones siempre han obtenido resultados insuperables, como demostraron en “Taxi driver”. También es conocida su labor polifacética en todo el mundillo audiovisual, aportando su granito de arena a sectores como la televisión, con series, documentales (como en la reciente “Boardwalk Empire”) e incluso publicidad (¿recordáis aquel anuncio de Freixenet?). Algunos menos sabrán que él también dirigió al mito Michael Jackson en su videoclip “Bad”. Y cualquier cinéfilo estaría de acuerdo en que su único y solitario Oscar (Mejor Director por “Infiltrados”), con tal sólida carrera a sus espaldas, sabe a poco.
      Scorsese es uno de los grandes en el panorama actual del cine, un genio. Ha tenido muy mala suerte en cuanto a premios y proyectos, pero nadie niega su maestría ni su pasión por el arte.

      En “La invención de Hugo” o “Hugo”, Scorsese nos vuelve a regalar una oda, un homenaje a la práctica que se esconde tímidamente bajo el peso de la industria y el dinero. Su agradecimiento y amor al cine ya se ha hecho patente en sus diversos documentales o tributos, y “Hugo” se suma a esa creciente lista de éxitos. Esta adaptación de la novela “La invención de Hugo Cabret” hará las delicias de cualquier amante del celuloide, por algo que contaré más adelante.

      Nunca me cansaré de repetir que desde hace ya unos años Hollywood no para de bombardearnos con remakes, versiones o adaptaciones de obras literarias que no hacen sino ensuciar, en muchas ocasiones, el prestigio del cine americano. No obstante, cuando un filme de guion adaptado está bien hecho, considero que debe ser tratado en igualdad de condiciones a cualquier otro que parta de una historia original. El cine no es fácil, señores, e incluso a veces basarse en un material ya existente y conocido por el público no hace sino complicar más la labor. La originalidad se debe premiar, pero no debe menospreciarse el hecho de multiplicar las dimensiones de una obra literaria DECENTEMENTE (absténganse “Crepúsculos” y sucedáneos).

      Aunque no he leído la novela, confío en que el trabajo de John Logan (autor del de “El aviador”) no deja nada que desear y eso se aprecia en el ritmo, el desarrollo y la variedad de género tan acertada de la trama.


     Como he comentado al principio, “Hugo” tiene facilidad para resultar sorprendente. Después de meditarlo, creo que se debe al constante ambiente de incertidumbre, de misterio y aventura que invade al espectador desde los primeros minutos de película. La decoración, los escenarios, la iluminación, los efectos… Todos los apartados técnicos, destacando la dirección artística, contribuyen a la creación de ese aura de magia e ilusionismo (no son una tontería los cinco Oscars que obtuvo en la pasada ceremonia), a parte de la historia original.  
      Pero no os equivoquéis. Aunque Hugo esté dirigido hacia un público más infantil, esté protagonizado por niños y el argumento sugiera la presencia de magia, recordad quién está a cargo de toda esta producción (casi me caigo de culo al leer en los títulos de crédito que Johnny Depp también ha metido mano en el proyecto). No vais a encontrar restos Potterianos ni semejanzas a ninguna cinta juvenil actual y de hecho, mientras lo estoy escribiendo, yo misma me estoy dando cuenta del gran mérito que supone esto.

      Scorsese y su experiencia han fabricado una película de las que te arrastran con ellas. En ningún momento te llega aburrir, se hace pesada o lenta. Te sumerges en la historia y te dejas llevar a lo largo de toda su duración siempre expectante, alerta, como esperando un milagro o un truco de magia. Por momentos, llegas incluso a creer que el autómata pueda llegar a cobrar vida (realmente, aunque se trate de un ser inerte, tiene muchísima vida y presencia en el film, hasta en algunos momentos parece que se emocione y sienta como un ser humano).



      París siempre enamora, pero si nos trasladamos a los años treinta estamos perdidos (que se lo digan a “The Artist”, ambientada también en aquella época). Una estación de tren, un par de calles, un cine y una casa, nada más. Y sin embargo, el público nos sentimos como si estuviéramos frente al escenario de un fantástico cuento de hadas. Pero en este punto he de recalcar un fallito de post-producción…: Los efectos especiales de los que hacen uso para recrear ese París del siglo pasado, chirrían y bastante. No obstante, considero que sigue mereciéndose ese pequeño Oscar a los mejores efectos por la parte de recreación de las películas antiguas, los mecanismos o el autómata (aunque bueno, rivalizaba con la última de Harry Potter… no sé yo…).

      Ahora lo importante, lo que todos estáis deseando averiguar: ¿Por qué es tan sorprendente “Hugo”? ¿Por qué se la trata de homenaje al cinematógrafo? ¿Por qué tantas nominaciones y premios?

      “La invención de Hugo” nos presenta una situación que nada tendrá que ver con el desenlace. Es más, en el inicio del film uno ni se huele lo que va a estar a punto de visionar en la gran pantalla. Empezamos en el mundo de los relojes, los robots, de los juguetes, las llaves, de los libros… Y de repente nos encontramos sentados frente a una pantalla en la que se proyecta otra pantalla de cine. Y, sin esperárnoslo, nos suenan y conocemos esas imágenes dentro de la pantalla de cine que dibuja nuestro proyector.

      Si estás leyendo esto y prefieres esperar a ver la película para degustar su arte puro, sin precedentes ni prejuicios, te aconsejo que no continúes.


      Aunque a primera vista “La invención de Hugo” nos dé la sensación de querer contarnos las vivencias de un chiquillo huérfano que vive en una estación de tren, relojero, hasta el rencuentro espiritual con su padre fallecido a través de un robot roto, nos asombra ocultando bajo esas subtramas superficiales un gran secreto: Scorsese nos está relatando la vida y obra de George Méliès. Porque ese personaje, escondido detrás del nombre de papá George en el filme, existió de verdad y se alzó como uno de los pioneros en el arte del celuloide y los efectos especiales. Toda la película, no solo la interpretación de Ben Kingsley, está rebosante del espíritu y la creación de Méliès, que tanto bebió del surrealismo y las novelas de Julio Verne.
      Pero Scorsese va más allá… Y además, con la propia película, nos transmite todas las influencias, locuras y maravillas del cineasta francés. Nos recuerda por qué amamos el cine, nos invita a soñar y no solo por las palabras que se citan del guion, sino porque el mismo Martin Scorsese pone en práctica la principal moraleja de su cinta.

“Vengan, sueñen conmigo” recita Méliès en los últimos minutos del metraje.
¡Vayamos, soñemos con Scorsese!



      A parte de la importancia de soñar y la ilusión, la cinta también nos enseña a no perder la fe y a arriesgarnos, a no darnos por vencidos ni por el mismísimo dominio del tiempo, nos instiga a desear dar con nuestros propósitos en la vida y poner todo nuestro empeño en realizarlos.
      Sinceramente, para los que amamos el cine estas pequeñas joyas del celuloide como “Hugo” o “The Artist” nos resultan experiencias muy estimulantes y nos llenan de ilusión. Tiene narices que las mejores películas de este año sean claras referencias a los inicios del cinematógrafo… Y eso me hace pensar. Aunque el cine haya evolucionado, quizá los cineastas de hoy día deberían aprender del nacimiento de la propia industria de la que forman parte. O, mejor dicho, de las maravillas que se creaban en la edad de oro del séptimo arte, capaces de entretener, ilusionar, embaucar, emocionar y enamorar a su público poniendo énfasis en los factores que realmente importan a la hora de filmar una película. A lo mejor así tendríamos una cartelera de mayor calidad y entrega, sin tener porqué sentarnos frente a un dramón o cinta profundísima-filosófica-inentendible para ver algo realmente bueno en todas sus dimensiones.
      Scorsese, por su parte, está más que claro que resucita toda esa esencia del arte en el cine, sobre todo en “La invención de Hugo”:  la maquinaria de los sueños. Y en esta, como en las verdaderas obras de arte, cada engranaje dispone de una precisión perfecta y cuidada para transportar al espectador a cualquier otro mundo. Gran montaje, gran fotografía… Son tantas cosas a tener en cuenta…
     Solo tengo un último “pero”. Los personajes me parecen demasiado planos a veces, el del niño protagonista principalmente.



     En cuanto a la interpretación de los actoresBen Kingsley también es otro grande en esta industria. Qué decir de él. A los niños, Asa Butterfield y Chloe Moretz, les pasa como a casi todos los de su quinta en este mundillo… La falta de experiencia les provoca una inevitable sobreactuación puntual, pero al final del metraje se han hecho un huequito en tu corazón. Sacha Baron Cohen sigue demostrando su vena cómica y su carácter polifacético (además su personaje me huele mucho a un guiño a Chaplin… a mí este tío me cae muy bien). Y las apariciones fugaces de Christopher Lee y Jude Law son muy memorables (sobre todo la del primero, que en tan pocos minutos de aparición se luce como nadie).

Recomiendo encarecidamente esta película a todo cinéfilo. Hacedme el puñetero favor. Sabed que no es una película solo para niños o jóvenes, así que también se la recomiendo a  mis colegas, a mis amigos, al vecino de enfrente… ¡A todos!

     Más adelante haré un reportaje sobre George Méliès, ya que quizá debería haber hablado más de él… Pero no quiero abusar del espacio y quería enfocar la atención en esta joyita del cine actual. Grande Scorsese

CALIFICACIÓN: 9’5 

lunes, 5 de marzo de 2012

Mis escenas favoritas: Somos los hijos malditos de la historia

De "Fight Club" o "El club de la lucha" se pueden sacar muchas perlas que ya han pasado a la historia del cine. Unos jovencísimos Brad Pitt y Edward Norton en la piel de dos personajes tan enigmáticos como carismáticos, nos acompañan de la mano durante más de dos horas repletas de filosofía y nihilismo.
    Si algo tiene "El club de la lucha" que la hace tan especial, a parte de la violencia explícita y el sorprendente desenlace, es su manera tan amena y entretenida de desenmarañar la filosofía de la cultura y la sociedad actual. Nos entrega el vacío, el hiperindividualismo, el hombre masa, el sueño americano, el narcisismo o el hedonismo (entre otras) ocultos entre metáforas visuales y memorables monólogos (¿hay alguien que haya visto la película que no conozca las reglas del Fight Club?).

     Esa facilidad para trasladar la cruda realidad a imágenes y palabras con franqueza y claridad, e incluso con socarronería, picardía y sátira, del magnífico David Fincher, nos regala momentazos como el que os traigo a continuación. Resume contundentemente el alma y el sentido de la cinta, y quizá también resume ciertos aspectos de nuestras vidas. Sea como sea, da que pensar:

Mis escenas favoritas: Lo nuestro no acabó. ¡Jamás ha acabado!

Una nueva secuencia, esta vez para los más románticos.
Aunque no me parece la mejor escena de "El diario de Noah", es la que más me emociona sin contar con el final. Después del reencuentro, Noah y Allie se dejan llevar por la pasión. La tensión sexual, el cariño, la añoranza, la rabia, el amor... Las emociones se desatan al mismo tiempo que la tormenta.
    El momento de la barca, rodeada por patos y cisnes, en el que se respira reconciliación, tranquilidad y se deja entrever la complicidad aún existente entre los personajes, deja paso a una serie de confusas emociones, tales como la alegría, el rencor y la tristeza. La naturaleza se desborda, al igual que los corazones de la pareja protagonista.


     Os dejo que disfrutéis la escena, aunque siempre os recomendaré que veáis después la versión original de la misma, que os pongo a continuación (que además tiene mejor calidad de vídeo).



Quién le iba a decir a Ryan Gosling que pasaría de un drama romántico a películas como "Drive" o "Los idus de marzo"... Atentos a este chico, porque en un futuro cercano dará mucho que hablar.

Mis escenas favoritas: Déjame que sugiera el carácter de esta dramatis persona... Voilà!

Otra de mis escenas preferidas. Esta vez forma parte de una película más reciente, de la pasada década. Pertenece a la adaptación cinematográfica (tan criticada como aclamada) del cómic "V de Vendetta", del gran Alan Moore.
     Aunque, ciertamente, esta secuencia en concreto no se la debemos al genio de Moore, sino a los responsables del guion que se tomaron tantas libertades con su creatividad: los hermanos Wachowski. Escrito por y para la película, este discurso de presentación del personaje protagonista, V, se lleva la palma. Esta colosal aliteración tan melódica, acompañada de una banda sonora que aumenta su intensidad hasta el climax, y de la ambientación íntima, oscura y misteriosa, encierra la personalidad de V tanto en el contenido como en la forma
   Y qué decir de la abrumadora interpretación de Hugo Weaving. Una maravilla. Sin mover apenas un pelo, tan solo manejando una proyección de voz más que increíble, te hace emocionarte al son de su discurso. Incluso la primera vez, que el espectador medio seguro que casi es incapaz de entender ni una puñetera palabra de lo que dice, consigue transmitir todas las sensaciones que sugieren la descripción de su persona. Otro aplauso para los Wachowski.


   Sé que la adaptación al castellano es más que maravillosa y no tengo ninguna queja al respecto (es más, pido el reconocimiento del gran Armando Carreras, un profesional en lo suyo, actor de doblaje) pero, por favor, escucharla en versión original con la voz en vivo del mismo Weaving es superior, así que ya estáis dándole al play: 



También, aquí os dejo el discurso en inglés en la tipografía de la película. Muy recomendable para leerlo tranquilamente.

Mis escenas favoritas: ¡Luz de mi vida! No voy a hacerte daño...

Toca inaugurar una nueva sección, esta vez dedicada a mis escenas favoritas de algunas películas. Qué mejor manera de bautizarla con una leyenda del cine, bajo la dirección de un genio, Stanley Kubrick.
      Esta escena siempre me pone los pelos de punta. Jach Nicholson labrándose su futuro como uno de los actores más grandiosos de la última generación y hasta ahora. En este momento, en "El Resplandor", Jack Torrance pierde por completo la cabeza. 
     Yo considero que Nicholson es el único que habría sido capaz de darle tanta credibilidad a una secuencia con unas líneas tan descabelladas y disparatadas. En ninguna ocasión se deja siquiera entrever ningún indicio de sobre-actuación o exageración. Esa mirada, ese tono de voz, esas gesticulaciones... Joder, nadie me podrá negar que es acojonante, hablando claro y pronto.


      Por si queréis recordar este mítico momento que pasó a la historia del cine, os dejo un par de vídeos. Por favor, los fans de Kubrick tenéis que hacerme el favor de ver la versión original. El diálogo se entiende a la perfección y se puede comprobar la maestría del gran Nicholson en todo su esplendor. Lo digo porque el doblaje en español de "El resplandor" es uno de los peores crímenes que se han cometido contra el séptimo arte. Sin embargo, en esta escena, al menos el personaje de Jack Torrance, todavía está pasable, aunque nada comparable al original. Así que ahí van: 




Y no dejéis de ver la ya mítica parodia (aunque no sea la única) que hicieron en los Simpson. "Sin tele y sin cerveza Homer pierde la cabeza"

martes, 28 de febrero de 2012

Errores de edición

Ya están corregidos algunos errores de edición de las anteriores entradas y las novedades han sido incorporadas a las recientes. Me molesta un poco que la anchura del blog sea tan limitada, porque las entradas se mezclan con la barra de opciones lateral. Miraré como arreglar eso. 

   También aprovecho para presentaros nuevas secciones: Trailers y posters, Sobre el blog, y próximamente, Reseñas, Videoclips... 

¡Un saludo! 

La nueva princesa de Dinsey... ¡y Pixar!: "Brave (Indomable)"

Muchos ya estaréis al tanto de lo que se cuece entre el tándem Dinsey-Pixar últimamente. Los que no sepan aún de lo que hablo...

"‘Brave’ (’Indomable’) nos contará la historia de Mérida, una habilidosa arquera hija del Rey Fergus y de la Reina Elinor. Mérida está decidida a labrarse su propio camino en la vida y desafía una costumbre milenaria y sagrada de los ruidosos señores de la tierra (el enorme Lord MacGuffin, el huraño Lord Macintosh y el cascarrabias Lord Dingwall). 
Sin quererlo ni beberlo, las decisiones de Mérida desencadenan el caos y la furia en el reino. Y cuando acude a una excéntrica y sabia anciana en busca de ayuda, se le concede un desventurado deseo. El enorme peligro que corre obligará a Mérida a descubrir el significado del auténtico valor: tendrá que deshacer una terrible maldición antes de que sea demasiado tarde."
       This is it. Los creadores de "Buscando a Nemo", "Up" o "Wall-E" nos traen una sorprendente historia protagonizada por una princesa. Una princesa Dinsey con un toque Pixar muy atractivo. Una heroína escocesa de armas tomar.
      Solo por la descripción oficial del argumento, los trailers y los posters, "Brave" parece acercarse a una producción épica y mucho más oscura que otras de la misma firma. Si en "Up" podíamos apreciar ya una producción cinematográfica mucho más adulta de una casa dirigida generalmente hacia el público infantil, "Brave" se autodefine como la nueva apuesta animada para toda la familia.

     Para vuestro deleite, los trailers y el último póster de "Brave", que promete mucho, mucho, mucho, mucho.




¿Un fracaso inminente? ¿Qué pasa con "John Carter of Mars"?

"Situada en un herido Marte, John Carter de Marte, relata el viaje del veterano de la guerra civil John Carter (Taylor Kitsch), que se verá luchando en una nueva guerra y en medio de una serie de misteriosos y extraños habitantes del planeta rojo, incluyendo a Tars Tarkas (Willem Dafoe) y Dejah Thoris (Lynn Collins)."




"- Tú eres... John Carter de la Tierra
 - Sí, señora."

No suena mal. Una historia que se antoja original (ADAPTADA de la novela, entiéndase) en nuestros días, para llevar a la gran pantalla. Eso sí, quizá demasiado... Arriesgada, sí. Arriesgada para una superproducción hollywoodense de ciencia ficción en la que la Disney (que anda detrás de toda esta obra de proporciones titánicas en cuanto a gastos) ha invertido la friolera de 250 millones de dólares. Se dice pronto, pero no es poco. 

        Pero el mayor problema de esta realización lo encontramos en las peculiares fechas que la productora ha escogido para su estreno: ni más ni menos que el mes de marzo, uno de las peores elecciones para el lanzamiento a las pantallas de ostentosas producciones. Quizá, animados por el indiscutible éxito de "Alicia en el País de las Maravillas" de Tim Burton, que también llegaba a nuestras salas de cine por estos días, Disney se ha atrevido a estrenar "John Carter" en uno de los meses menos acertados del año. 

      Probablemente, a "John Carter" la habría ido muchísimo mejor en verano, pero puede que se haya visto incapaz de competir con otros grandes rivales de la industria que están por estrenarse. No obstante, veremos si la película es capaz de amortizar esa gran cifra de dinero invertida en ella en una temporada siempre floja para las recaudaciones en taquilla

      ¿Conseguirá "John Carter" atraer a un gran público a las salas? ¿Conseguirá superar el fracaso que se le anuncia? Yo de momento os dejo aquí un trailer que ya podéis ver en televisión, para animaros a visionar una producción que rebosa entretenimiento, acción, sci-fi, CGI y frescura. Además, en IMAX tiene que ser una pasada sí o sí. Ahí lo lleváis: 

"The Scratist": avance del homenaje a la vencedora de los Oscars 2012

Después de un tiempo sin actualizar, regreso con un par de noticias que me interesan. Primero, para empezar y hacer referencia a la pasada ceremonia de entrega de los Oscars, quiero enseñaros el avance del homenaje que hará la película "Ice Age" a la película muda que ha dado tanto que hablar: "The Artist".
        Me da pena no tener la crítica de dicha obra maestra en mi blog, porque la vi prácticamente el día de su estreno y me declaro una ferviente fan de esta, pero me temo que ya poco podría aportar. Así que por estas razones, también como pequeño tributo por mi parte a la que se llevó las cinco estatuillas, aquí tenéis el clip de la ardillita: