Crítica: "Las ventajas de ser un marginado"

Hace ya más de un mes que me decidí a ver esta película por internet (pero mi conciencia está tranquila, pues os prometo que repetiré en el cine, invirtiendo en mi futuro ;D), así que perdonadme si redacto una crítica mucho más general que a las que os tengo acostumbrados. La ventaja de no tenerla reciente, es que no me perderé en los detalles, como suelo hacer. 

     "Las ventajas de ser un marginado" es la adaptación cinematográfica de la novela juvenil del mismo nombre (citando en versión original, que suena mejor, "The perks of being a wallflower"), cuya sinopsis podéis leer a continuación: 

Su argumento gira entorno a un tímido e impopular joven llamado Charlie (Logan Lerman) que escribe una serie de cartas a una persona sin identificar en las que aborda temas como la amistad, los conflictos familiares, las primeras citas, el sexo o las drogas. El protagonista tendrá que hacer frente a su primer amor (Emma Watson), el suicidio de su primer amigo y su propia enfermedad mental, mientras lucha por encontrar al grupo de personas a las que él pertenece.

    Quizá a algunos os sorprenderá saber que estamos ante un excepcional caso en el que novelista y director son la misma persona: Stephen Chbosky. Por tanto, me juego el cuello a que los fans de la novela saldrán más que satisfechos de las salas de cine, si es que se deciden a experimentar la historia del joven Charlie en pantalla. Yo les animo a ello. 

    Desconozco absolutamente el trabajo anterior Chbosky, pero si no me suena ese nombrecito impronunciable me imagino que, si no es su ópera prima, no habrá disfrutado de mucha popularidad en la industria. Aún así, se desenvuelve con una envidiable frescura manejando las cámaras. Una labor de dirección limpia y correcta, aunque muy poco arriesgada.  

      Pero a la hora de hablar de "Las ventajas de ser un marginado", el punto más importante que hay que reseñar es su magnífico guion. Hacía muchísimo tiempo que no me encontraba con una película juvenil tan auténtica y entretenida, que reflejase la realidad de los jóvenes de toda una generación, incluyendo al mismo tiempo los temas más complicados y los más divertidos. Me apetece muchísimo aplaudir una obra como esta, sin tópicos juveniles aburridos y predecibles, demostrando que la vida del joven no es tan fácil como Hollywood o Disney nos la quieran vender, en cintas como "High School Musical" y sucedáneos. ¡Por fin algo diferente! ¡por fin algo cercano y real! 

    Tratando conflictos con las drogas, el alcohol, la familia, el sexo, los amigos, los estudios y los sentimientos, aún queda espacio para un espíritu tremendamente positivo y para aprender cómo cada personaje descubre su propia identidad: ¡Somos infinitos!, quiero gritar. Porque la sensación de frescura y ganas de vivir que transmite esta película pesan mucho más que todas las dificultades emocionales de Charlie y sus amigos. Me gustaría resaltar el tema de la impopularidad, ya que al fin un cineasta se ha dignado a mostrarnos unos personajes cuya vida no gira alrededor de la aceptación general ni de la búsqueda de la atracción popular. Esto le permite ahondar muchísimo más en sus personalidades, profundizando en todos y cada uno de sus matices, creando una ficción muy accesible para cualquier espectador. Efectivamente, tiene sus ventajas, pues resulta casi imposible no empatizar con estos jóvenes tan singulares y naturales. 

   Si además me paro a hablar de todas las referencias cinematográficas y musicales... Yo no pertenezco a la misma generación que los protagonistas, y sin embargo las canciones y las películas citadas en la película son tan universales, así como los temas argumentales que ya he mencionado, que cualquiera podrá reconocerlas y dejarse llevar por el arte. Especial mención a la representación de "The Rocky Horror Picture Show", musical sobre marginados donde los haya, ya que supone uno de los momentos más memorables de todo el filme. Y cómo no, que la canción de David Bowie sea el tema principal de "Las ventajas de ser un marginado" hará las delicias de todo melómano. No me lío más: la banda sonora es excepcional. 

 

    Los ya no tan jovencitos actores dan una verdadera lección de cómo crear personajes profundos pero muy humildes. No hace falta irse muy lejos, basta comparar el trabajo de Emma Watson con su conocido personaje de Hermione Granger para percatarse de que su calidad interpretativa demuestra un crecimiento admirable. Logan Lerman es el encargado de representar a todos nuestros demonios de la juventud, aunque Charlie es tan hermético que es complicado hacerse a él como espectador. Pero el más simpático y sobresaliente es Ezra Miller, con un personaje sorprendente, carismático, atractivo y jovial.

   Recomiendo a esta película a toda persona, joven o no, que esté dispuesta a afrontar una auténtica película sobre la vida del adolescente actual, sufriendo con sus problemas y disfrutando con sus profundas experiencias.

    La escena del túnel es el máximo exponente del espíritu de "Las ventajas de ser un marginado", una manifestación del carpe diem, del amor a uno mismo y un cántico a la alegría de vivir. Porque todos tenemos derecho a disfrutar de las experiencias de la vida y a ser aceptados por los demás. Todos tenemos nuestro propio lugar en el mundo, nuestra identidad única y especial. Todos podemos llegar a sentirnos infinitos. 

   La noche es joven. Y nosotros podemos ser héroes, tan solo por un día. O podemos vencerlos, por siempre jamás. 

CALIFICACIÓN: 8