jueves, 7 de febrero de 2013

La canción del túnel

Esa misteriosa canción de "Las ventajas de ser un marginado"... Después de ver esta película, apetece volver a la época de los cassettes, ¿verdad? La música era mucho más personal y especial, se la trataba con más cariño y respeto. Se vendían álbumes, obras completas. Ahora singles. Y la postproducción musical estaba mucho más limitada. 
¡En fin!
"Somos infinitos"

Crítica: "Las ventajas de ser un marginado"

Hace ya más de un mes que me decidí a ver esta película por internet (pero mi conciencia está tranquila, pues os prometo que repetiré en el cine, invirtiendo en mi futuro ;D), así que perdonadme si redacto una crítica mucho más general que a las que os tengo acostumbrados. La ventaja de no tenerla reciente, es que no me perderé en los detalles, como suelo hacer. 

     "Las ventajas de ser un marginado" es la adaptación cinematográfica de la novela juvenil del mismo nombre (citando en versión original, que suena mejor, "The perks of being a wallflower"), cuya sinopsis podéis leer a continuación: 
Su argumento gira entorno a un tímido e impopular joven llamado Charlie (Logan Lerman) que escribe una serie de cartas a una persona sin identificar en las que aborda temas como la amistad, los conflictos familiares, las primeras citas, el sexo o las drogas. El protagonista tendrá que hacer frente a su primer amor (Emma Watson), el suicidio de su primer amigo y su propia enfermedad mental, mientras lucha por encontrar al grupo de personas a las que él pertenece.

    Quizá a algunos os sorprenderá saber que estamos ante un excepcional caso en el que novelista y director son la misma persona: Stephen Chbosky. Por tanto, me juego el cuello a que los fans de la novela saldrán más que satisfechos de las salas de cine, si es que se deciden a experimentar la historia del joven Charlie en pantalla. Yo les animo a ello

miércoles, 30 de enero de 2013

"La Luna" de Pixar

Mucho tiempo llevaba esperando a que por fin un alma caritativa se dignase a compartir esta preciosa y minimalista obra de arte en la red. Os hablo de "La Luna", el cortometraje de la compañía de la 'lamparita' que, como ya es habitual, precedía a la proyección de una de las películas de Pixar en las salas, y que... ¡ya está a disposición de los internautas!


   No por capricho, el largometraje al que acompaña el corto de Enrico Casarosa es "Brave (Indomable)", compartiendo la temática de las relaciones familiares, el destino y el encuentro de la identidad
     Aunque, a mi parecer, el último filme de Pixar demostró un leve declive en la calidad argumental de la historia de la princesa Mérida (pero una brillantez absoluta en la calidad de la técnica), ya merecía la pena sentarse en la butaca como mínimo para disfrutar de esa joya cinematográfica que es "La Luna". 

    ¿Qué más os puedo decir? Sencilla, directa, mágica y maravillosamente imaginativa: así es esta metáfora audiovisual de las fases lunares, que nos invita a encontrar nuestro camino en la vida mediante la ilusión y la iniciativa. 



   Una vez más, la Pixar se manifiesta como una fábrica de creatividad infinita. Muchos podrán darse el lujo de continuar criticando sus supuestas "obras menores" (las recientes "Cars 2", "Brave"...), pero esta compañía de animación seguirá exhibiendo su sobrada calidad aunque sea en pequeñas dosis... Después de todo, Pixar se fundó sobre cortometrajes, ¿no? Y ya sabéis lo que dicen: lo bueno, si breve, dos veces bueno. 

viernes, 18 de enero de 2013

Crítica: "El atlas de las nubes"

La última película de los Wachowski (y un tal Tom Tykwer) lleva suscitando opiniones negativas desde allá su estreno en EEUU, mientras que en España aún nos quedan varios meses de escena para encontrar su título entre la cartelera: "El atlas de las nubes (Cloud atlas)"

    No he encontrado ningún resumen que sacara todo el jugo a la necesaria introducción para esta obra, así que os cito la información de Filmaffinity y luego ya me encargaré yo del resto: Conjunto de varias historias que se desarrollan en el pasado, el presente y el futuro. Cada una de ellas está contenida en la anterior, y todas están enlazadas entre sí por pequeños detalles. (FILMAFFINITY)

    Los hermanos Wachowski tienen un grave problema asociado a su grandilocuente concepción del cine: la pretenciosidad, que al resultar muy fallida se convierte en el peor fracaso del cine actual junto al aburrimiento, aunque se puede imaginar solo con ver lo horrible que es la palabra en sí. No obstante, ese desorbitado deseo de crear épica no les ha funcionado mal en otras ocasiones, como en "The Matrix" o "V de Vendetta"
   Con "El atlas de las nubes" es complicado resolver hasta dónde han traspasado esa línea de la pedantería y hasta qué punto han transformado un maravilloso relato en un producto excesivo y vacío. Vamos, en un lenguaje más cordial, cada uno podrá decidir si se han pasado esta vez o no. 

Crítica: "The master"

Antes de adentrarte en el mundo de Paul Thomas Anderson, hay que saber cómo verlo. Mi experiencia me asegura que para disfrutar del cine de este realizador estadounidense es necesario entrar en su juego, abrir tu mente a la pantalla. Sus películas requieren cierto esfuerzo, pues si bien suelen estar planificadas con una dirección impecable y natural, los temas a abarcar no son del agrado de cualquier espectador. Vas a asistir al reflejo más crudo y directo de la pura realidad, de los rincones más oscuros y censurados de la naturaleza humana. Incómodo, pero descarnadamente honesto. 

     Así pues, tras grandes obras de arte como "Magnolia" o la muy premiada y reciente "Pozos de ambición (There will be blood"), hace poco aterrizó en las salas españolas la última propuesta de Anderson, "The master":
“The master” narra las vicisitudes de un veterano de la Marina, Freddie (Joaquin Phoenix), que regresa inestable e inseguro ante su futuro hasta que es atraído por la Causa y su carismático líder, Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman).

domingo, 13 de enero de 2013

Mis escenas favoritas: La superestrella que se apaga

Puesto que ahora mismo me estoy preparando el examen de Doctrina social de la Iglesia (sin comentarios), me han venido a la memoria algunas escenas de esa maravillosa ópera rock que es "Jesucristo Superstar"
    Siempre ha sido uno de mis musicales favoritos, por la fuerza de sus canciones (todas son temazos, hay que reconocérselo al genio de Andrew Lloyd Webber), por el enfoque tan terrenal y actual que se ofrece (y se agradece) de los últimos días de Jesús, y sobre todo por el espectacular montaje, los escenarios de la auténtica Jerusalem y los grandes intérpretes que bordan sus papeles en la película. Además, ese rollo hippie tan duramente criticado a lo largo de los años y que recuerda inevitablemente a "Hair"... Es irresistible, como la voz de Judas.



 En concreto, me apetecía enseñaros el que para mí es el momento más sobrecogedor y emocionante de toda la película: Jesús rezando en el jardín de Getsemaní. Ted Neely interpreta a ese Mesías de "mirada extraña" y templanza sobrenatural, que se rompe al descubrir su fatídico final, confesando sus miedos, sus dudas y su absoluta humanidad. En mi opinión, este es el Jesús más realista, creíble y auténtico: un hombre de paz y sabiduría que al verse traicionado por el destino y su mejor amigo, implora en soledad a su padre por la salvación, perdiendo su voluntad y entereza divina. 
  Aparte de la asombrosa actuación de Neely, la canción se presta a una atenta escucha. Agudos desgarradores y altísimos imposibles de alcanzar, una instrumental cargada  de pasión, la potencia de la voz del cantante... Todos esos pequeños elementos musicales que convierten este tema en el más difícil, elogiable y solemne de todo el musical. 
   Atentos a las duras imágenes de los cuadros de Cristo... Y al final, crudo instante de resignación y la aceptación de su propia e inminente muerte

sábado, 12 de enero de 2013

Nominaciones a los Oscars 2013

Se dieron a conocer oficialmente hace unos días, pero hoy os publico en mi blog la lista de las nominaciones a los premios Oscars de este año, con la excusa de poder comentados mis favoritos al galardón, mis apuestas y mi candidatos absolutos a ganar la estatuilla. 
    
    Cada año resultan más evidentes las manías e intereses de la Academia. En 2013, la típica previsibilidad de la gala ha sido interrumpida por algunas decepcionantes sorpresas. Los fanáticos de Nolan se encontraron con la negación absoluta de la última entrega de Batman, "El caballero oscuro: La leyenda renace", y los de Peter Jackson con unas escasas nominaciones secundarias de "El Hobbit", mientras que "Los Vengadores" o "Blancanieves y la leyenda del cazador" recibían alguna injusta mención. Por otra parte, DiCaprio ha vuelto a ser excluído de las candidaturas a 'Mejor actor' (OTRA VEZ) por su maravillosa interpretación en "Django desencadenado". Bardem, uno de los favoritos a 'Mejor actor de reparto', también se ha quedado fuera de la carrera. Sin embargo, "Amor", la nueva película de Haneke, ha conseguido colarse en varias candidaturas, entre ellas ¡la de 'Mejor película'! 
    Las grandes ganadoras, por el momento, son "Lincoln" (menuda sorpresa...) y "La vida de Pi". Compiten de cerca "El lado bueno de las cosas (Silver linings playbook)" y "Bestias del sur salvajes", de la que debo reconocer que no sé absolutamente nada. 
     "Lo imposible", tal y como esperaba, se queda con las manos vacías si no contamos con la candidatura de Naomi Watts en 'Mejor actriz'. El único representante español de la gala, por lo tanto, es el responsable de vestuario de "Los Miserables", Paco Delgado, al que le deseo la más sincera y entusiasta de las suertes. 

Crítica: "Django desencadenado"


No he podido resistirme. He caído en la tentación. Resultado: os traigo, más o menos en primicia, mi crítica de la nueva película de Tarantino, "Django unchained"

     Estrenada hace un mes en los cines estadounidenses, ya se han podido escuchar y leer las primeras reacciones del complicado público americano. Las ovaciones y aplausos fueron generales, para mi completo asombro
    Primero es necesario que leáis la sinopsis: 
Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana (1861-1865), King Schultz (Christophe Waltz), un cazarrecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo de color Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación "Candyland".

"I like the way you die, boy"

   Un alemán acompañado de un esclavo negro, asesinando a sangre fría a bandidos norteamericanos. Uf. Está claro, el director que mató a Hitler está dispuesto a seguir abriendo heridas, tratando uno de los temas más oscuros, escabrosos y censurables de su propia patria. De ahí mi sopresa ante los vítores de la crítica generalizada. Supondré que han decidido tomarse en serio solo lo suficiente a Tarantino, pues no me atrevo a creer que hayan podido asumir "Django desencadenado" con tan buen talante sin tomársela como una broma. 

   Quentin Tarantino tiene un don: hacer lo que le da la gana, no respetar las reglas del cine, reinventar géneros... y hacerlo muy bien

viernes, 11 de enero de 2013

Mis escenas favoritas: El ídolo musical de los duendes


Hace unos días a muchos nos sorprendió la inesperada y emocionante noticia del regreso de David Bowie a la música, tras una década de interrogantes y expectación.
    Utilizando este pretexto como excusa, voy a recordar un par de escenas de la película "Dentro del Laberinto", esa cinta de culto ochentera en la que el cantante da vida al malvado Jareth, el rey de los goblins.
   Las escenas que más recuerdo y que más me fascinaron en su momento, fueron precisamente las protagonizados por Bowie en sus momentos musicales. La carisma del intérprete, así como el innegable atractivo de misterioso y perverso personaje, convierte a Jareth en el mejor papel de la película. Si además incluímos sus pegadizas canciones y su particular estilo (y esas mallas.........), es imposible que no guardara un hueco especial en mi memoria para estos momentazos.

  El primero, esta bizarra pero divertida escena con los duendes y el tema más movidito de la película.



  ¿Alguna mujer no quedó prendada de Bowie en esta preciosa balada? Si fue capaz de atraer y embaucar a una espectacular Jennifer Connelly en este elegante baile, no me creo que vosotras os hagáis las duras.


   Y por último... Mi escena y canción favoritas de toda la película se funden en un solo instante: la oscura y surrealista "Within you".


   Aunque los años hayan actuado en su contra y algunos efectos den hasta miedo de lo cutres que son, yo sigo recordando "Dentro del Laberinto" con cariño y admiración. A menos, a nivel argumental, no he vuelto a ver una película tan mágica y desafiante como esta. 

Crítica: "El Hobbit: Un viaje inesperado"


 Hace semanas que prometí esta entrada y lo malo de subir la crítica a estas alturas es que ya no hay mucho que aportar... ¡¡pero esto no puede faltar aquí!!

    Las pocas sinopsis que he encontrado sobre "El Hobbit" son tan aburridamente detallistas que prefiero abordar directamente mi opinión sobre el filme. 
    No he leído la mítica obra de Tolkien, aunque por supuesto soy consciente de su tono mucho más infantil y desenfadado respecto al resto de las obras del escritor inglés. Estas características se traspasan directamente de la literatura a la película, al ambiente de la Tierra Media y a la cámara de Peter Jackson. Si en "El señor de los anillos" su desbordante épica era el plato fuerte y característico de la trilogía, el humor y la aventura se convierten en los elementos esenciales de "El Hobbit". Y teniendo en cuenta la profundidad y oscuridad de las películas anteriores, se agradece este nuevo ambiente para la precuela del Anillo. 


   En "El Hobbit" nos aventuramos en una Tierra Media diferente, más viva, más alegre, más colorida. El trabajo de fotografía es sencillamente impresionante en algunas secuencias, llegando en calidad a la altura de sus predecesoras (esos planos aéreos de Rivendel, la lucha de los gigantes de piedra....). 
   Los personajes son la película. Martin Freeman está convincentemente simpático en su inocente papel de Bilbo, Ian McKellen realiza un trabajo limpio y perfecto como acostumbra, mientras que el resto de personajes ya conocidos por el público (Galadriel, Elrond, Saruman...) cumplen y pasan ciertamente  desapercibidos. Lo que es indiscutible, es que el peso de la película se sostiene por la presencia, carisma y variedad de cada uno de los enanos. Sí, yo tampoco me quedé con más de tres nombres, pero estos personajillos son el alma de la película. Sin embargo, si me pidieran resaltar alguna interpretación, esa sería sin duda la de Andy Serkins dándole facciones y expresividad al Gollum más realista y divertido de todas sus apariciones. 
  Hasta aquí todo eran halagos, pero hay ciertos aspectos que debo reprocharle al señor Jackson.